domingo, 27 de noviembre de 2011

Ya va siendo hora de irse.



La luna no es tan mala compañera para andar por la oscuridad, pasar desapercibido por aquellos rincones que te arrancan un trocito de corazón. Me escondo por los rinconcitos para que tú no me veas. Es la mejor hora para andar de noche. Y ahora que no estamos juntos, creo que estoy preparado para no verte.

No te imaginas lo que te voy a decir, pero ojala fuese mago para hacerte desaparecer pero ni el mejor alcohol de reserva podría quitar cada uno de los trucos de magia que me has hecho, es doloroso sentirse el conejo de tus funciones. Este conejo aun tiene ganas de morderte.

Tu forma de dejarlo fue sin palabras, y mis ojos han quedado inundados de llovizna. Sin palabras me quede también cuando me lo dijiste. En el sonido que se produce en el silencio, aquí retirado entre nuestros árboles solo me queda llorar y escribirte una nueva canción.

Estoy pensando en quedarme entre la arboleda una temporada, me esconderé como una lagartija y me fugare cuando te dejes caer encima de las briznas. No creo que sea el mejor remedio de un corazón arrancado, lo mejor seria curarme tomando el ancla y yendo a buscar otros tesoros menos dañinos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

gules