viernes, 26 de noviembre de 2010

martes, 9 de noviembre de 2010

En Madrid



Ahora te entra el miedo, creo que tienes miedo a dejarte llevar. Un miedo a bucear conmigo, a que te abraze y nades junto a mi, lo mas hondo que podamos. Si me miras te entra un pánico a ahogarte en uno de mis dos mares, pero ellos son sinceros y nunca dejarían que te sumergieras. Nunca se olvidaron de ti.

Me entra cierta pena que hayas olvidado todo aquello con lo que suspirabas, solo porque has decidido ponerte otro vestido. Lo siento, no te queda igual de bien que el otro. No es propio de ti, mirar por encima del hombro y no querer hablar de cosas de verdad. No tiene nada de malo sonreír y que los ojos brillen. Esos ojos si que te hacían realmente guapa.

Ahora quizás sea yo el único que pueda llorar o almenos lamentarse de si he hecho realmente algo malo, pero el tiempo corre para todos. Y ella entonces si le entraran ganar de sentarse en aquella playa de Sol. Querrás imaginarte flores donde solo hay una eterna acera que no lleva a ningún sitio, los sueños no se crean. Los sueños se viven y se comparten. Si consigues llegar a esa playa no veras el naranja del cielo.

Yo te tendí la mano y no encontré la tuya.