lunes, 21 de abril de 2014

West Monroe vodevil - Love getting dirty -


El rodeo fue un verano faustiano que pactamos con la savia de los albores,
tú recuerdas cada pliegue de la hija del predicador, sus secreciones originarias en el totem del vaquero,
el pedigrí selecto y delictivo, arrimarse a las botellas como palancas con que reventar la mediocridad de la vida de todos los viernes,
las balsámicas muchachas de alegres jeans apretándose contra tu abdomen tras las reses y fijando los ojos en el honrado fulgor de las crines llenas de cicatrices pero todavía indómitas,
te erguías en la circunferencia árida como el que conoce su cuerpo lleno de brasas,

pero saldrás al encuentro del viento firme, también del polvo,
con las botas puestas apuntando al payaso de en medio del campo de batalla,
un día si,
otro,
¡qué tan interminables los ocho segundos interrumpiendo las reglas humanas del tránsito!
Dallas se acostaba ebria y florecía Miss entre los neumáticos de Jeeps  capaces de remodelar el hambre,
la geodesia,
el folclore,

pagando con American Express vicios inconfesables entre los pobres te exculpabas,
y en la guantera el mapa del Spedball route rezaba así el nombre del pequeño poemario que viraba hacia el Oeste del Dixieland una vez más
bajo el mantel de apuestas se entrecruzaban dólares por erecciones,
el dinero se alzaba voluptuoso

El olor a AZP infectaba la sangre donde el córtex sólo ve maricones y drogadictos,
templo de la moral fronteriza, un Paso atestado de filisteos que aparcaban sus rancheras para asomarse a mirar a las putas del cinematógrafo con la mano empuñada y sin apenas saber leer,
pero qué tostados los hombros de arcilla roja de Alabama y esos ojos de alturas Rocosas por dónde pendían inertes los sentimientos,
los mismos ojos de cuenta atrás,
-          ¿qué son sólo treinta días doctor? –
La médica moldeó también los ritos,
un coloso de nombres impronunciables para el lenguaje que dictamine el final,
¡la pauta es demasiado siniestra para la risa!
-         Primero los pulmones se apolillan –
-         Después vomitas sangre-

Y yo, a mí,
para quién es Texas la llanura apostada en el latido de tu ingle,
que tan obvia tu nuez que mi diafragma se hincha peligroso
que el vientre que bastamente espurio de caricias íntimas se debate entre el militar de labios generosos que desea viajar contigo a otra contienda
y el asesino al que le urge viajar dos mil millas,

yo hago dedo

un trío de mexicanos optimistas escruta el elástico de mis labios como si se tratara del Chat Roulotte,
sus pulgares rígidos me tientan,
gesticulo, les digo: Hasta cuatro
y mientras ellos siguen online

Pero ¡maldita sea! nada de esto importa demasiado
quiero besarme con una mujer de hermosas sogas, 
con ella ahorcarme en el trópico de un cuerpo eléctrico, 
volver a desvirgarme en un coche lleno de hermosos cazadores de caimanes en las profundidades de la sombría Louisiana entre carabinas del 22 y anzuelos brillantes,
usar impune sus billeteras orgullosas de piel de castor tras las batidas en los ríos, 
rezar con ellos después de haberlo gastado todo en lencería erótica,
con ellos,
hermosos muchachos de vértebras perfectas al paso de la cabalgadura, 
nos amaran imbatibles hasta convertir nuestras gargantas en perfectos cantaros sin fondo a golpe de la Sun Records,
para que al mirarnos nos veamos mejoradas en ellos,

quiero un verano en el más obsceno y lujoso de los Mercedes capaz de esquivar el paisaje trágico de las metástasis sponsor de la Texaco,
lejos de la muerte súbita,
Más allá del ictus o el infarto de miocardio tras la cadena asesina de un Fast Food Restaurant.

Porque a veces,
a veces la Arcadia de mis pensamientos es tan violenta como un piolet lustrado,

es tal la calidad en el infinito de este abandono que nos elogiarán hasta el hartazgo los que penden del pasatiempo más antiguo entre los exactos,
apuestas telefónicas con la banca,
gloria abajo, tristeza arriba,
pues el aspecto del placer es siempre triste, es siempre triste,
un desierto que sale a recibir tus llantos cada medianoche,
eso es lo que se siente cuando al amor le estorbas,
no hay vitrinas que alberguen errores más grandes,
Lejos …………………… la psiquiatría para las siervas de la estética sureña.

Un hospital camino a un criadero de peces beagles a las afuera de Appaloosa, aquí los que enferman, enferman siempre de incomprensión
-         Si estás demasiado cansado para cazar patos, es que estás demasiado cansado –
los reclamos estragan en el cuerpo como festín trabajado por las mareas, 
las corrientes combustionan profusas en la empantanada Louisiana,
desaparece el dinero,
la farsa del bótox ,después los dientes,
cuando los hijos se van la madre ya han izado la media asta


Temo deslucirse la inmunidad que hizo a la belleza Pionera,
me culpo:
- ¡Tú me has mostrado los puntos por los que se precipita el destino! -
- Olvida ya los Colts, quieres? -  
- Olvida los arcenes -
- Los moteles -
- La carretera -

Olvida tus límites qué tras la rasante se descubrirá un remedo de desastres,
y las instrucciones para este corazón,
este órgano de histeria henchido vertiginosamente ajustado a los contornos de la frontera, a la medida de los desastres
apuntan siempre a estas oraciones:

Color: Siena
Capacidad: Ocho cartuchos
¿Dolor?: descartado