martes, 10 de agosto de 2010

Un frío arraigado me entra cada noche en el cuerpo, me da vértigo ese cruce de miradas y veo como va muriendo poco a poco cada uno de mis ideales. Es difícil encontrar una salida sino encuentras la luz, estoy bloqueado dando vueltas a lo mismo y siento un agobio infinito estar en esta habitación hecha únicamente de paredes. Pero tengo una solución a esta noche tan negra, tiendo mi mano a esa botella que me merezco unos buenos tragos y poco a poco me olvido de mi amiga la tristeza, vuelvo a subirme al árbol de la vida para hablarle de azules y interminables sueños, y desde allí observar mares, flores en primavera y que se yo. Vivo un sueño calmado y apacible, aunque sea en soledad pero con una sonrisa puesta. De vez en cuando te pasas y me diviertes, menos mal que deje la puerta de atrás abierta! Si aquella por la que te marchaste, las líneas del mar me llevan a un destino incierto cuando vivo estos momentos de pánico que mejor que alargar el sufrimiento y pensar que la historia acabe mejor, después de todo nunca perdí la fe en que quizás algún día todo esto acabe. Por el momento solo me queda olvidarme del mundo abrazado a los licores y quemar recuerdos sin usar combustible, y poco a poco tengo que decir que empiezo a ver una luz que me espera ¿Serás tu?