lunes, 28 de noviembre de 2011

Las goteras

No ha bastado con mudarse de piel
para acabar con las goteras,
las soporto cada vez
que las tormentas se cuelan
por los sumideros
de mi mala memoria.

No ha servido de mucho
amortajar la inconsciencia.,
las oigo
escupir su lamento de viejas heridas
como insomne conjuro.

Y hace tiempo
que tapizan de rendijas
mis temores,
apelando a ese romanticismo siniestro
que se cierne sobre el negro
de la industria del tabú.

Esas goteras que huelen
a perfume y gasolina,
que se confunden tramposas
con la tregua del pasado cobarde,
una milicia de trinchera
abriendo fuego
contra las tinieblas
de mis charcos de errores.

Como
C
          U
                 e
                     r
                v
        O
S

C
   A
     Y
   E
N
  D
O
sobre la osamenta de mi adolescencia:
ese reloj de arena
al que nadie dio la vuelta.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Ya va siendo hora de irse.



La luna no es tan mala compañera para andar por la oscuridad, pasar desapercibido por aquellos rincones que te arrancan un trocito de corazón. Me escondo por los rinconcitos para que tú no me veas. Es la mejor hora para andar de noche. Y ahora que no estamos juntos, creo que estoy preparado para no verte.

No te imaginas lo que te voy a decir, pero ojala fuese mago para hacerte desaparecer pero ni el mejor alcohol de reserva podría quitar cada uno de los trucos de magia que me has hecho, es doloroso sentirse el conejo de tus funciones. Este conejo aun tiene ganas de morderte.

Tu forma de dejarlo fue sin palabras, y mis ojos han quedado inundados de llovizna. Sin palabras me quede también cuando me lo dijiste. En el sonido que se produce en el silencio, aquí retirado entre nuestros árboles solo me queda llorar y escribirte una nueva canción.

Estoy pensando en quedarme entre la arboleda una temporada, me esconderé como una lagartija y me fugare cuando te dejes caer encima de las briznas. No creo que sea el mejor remedio de un corazón arrancado, lo mejor seria curarme tomando el ancla y yendo a buscar otros tesoros menos dañinos.

sábado, 26 de noviembre de 2011

conejo blanco

Maniatado el conejo blanco,

ocho horas al día,

cuarenta a la semana

a la patita de una mesa sueca,



maratoniano y ansioso el conejo blanco

siempre a punto de partir

y con ese miedo

tan suyo

al tempus fugit,



loco no,

reloco el conejo blanco,

que no le llegan,

¡ay! Que al minutero le faltan horas,

que a la cama espacio,



inocente y pequeño el conejo blanco,

con ese reloj tan grande

del que penden cuartos muertos,

que se queda sin cuerda

cinco días a la semana,



pobrecito conejo blanco

asustado y enfrentado

cada semana a la horca,

que le atrapa tantas horas

en la cepa de un mundo hostil,



y yo que siempre le tardo

en desactivar la trampa,

diplomática tortuga,

con la casa siempre a cuestas,

tonta! tonta! más que tonta!



y lloro,

por si no llega,

por si el conejo se estanca,

por si se pierde y no salta,

por que envejezca, se rompa,

por que me olvide entre tantas

encuentre al genio del tiempo

y le descuelgue del tedio

vuelva la Alicia

del cuento

y le traiga noches blancas



por mi culpa

por mi culpa

por mi grandísima culpa

martes, 22 de noviembre de 2011

El viernes, a las 22:00, en el Bukowski, recital de NATALIA + AVA VARAZO

Este viernes todos al Bukow, a beberlo con nosotras, gracias NATALIA por currarte el cartel, qué ganas de este recital con vos!

sábado, 12 de noviembre de 2011

Lo peor

Lo peor no son las traducciones al castellano de Bukowski (...)
ni despertarse todos los domingos llena de moratones
Karlota Arbizu


Lo peor no son los cinco días que separan las habitaciones,
los tiempos muertos en la línea 9, los autobuses de la EMT,
ni tratar el insomnio con relatos de Bolaño o con películas de Oliver Stone,
ni las conspiraciones masónicas, ni la falta de indignados en la puerta del Sol.

Lo peor no es la huelga de Educación,
ni que nos vaya a gobernar Drácula por Frankenstein,
lo peor no es esta crisis, ni quien tiene la culpa de ella,
ni si la literatura ha crecido de golpe en las calles, ni si ha disminuido el consumo de cerveza en los bares.

Lo peor no es el color de las tertulias de Noviembre,
no es el atardecer temprano del domingo,
ni la impaciencia de los botones cuando les golpea la exigencia,
no son las despedidas, ni que tengas que lavar las sábanas cada vez que,

Lo peor no es mi madrastra de Cenicienta,
mi trenza de Rapunzel,
mi sueño de cien años en la más alta torre hasta que has llegado,
ni si lo has hecho sobre un corcel, matando al dragón o gracias a mi hada madrina.

Lo peor es el silencio del somier,
que las sábanas me queden tres tallas grande,
la culpabilidad de los puños rendidos a la rabia,
el realismo encorsetando al reloj de las mil agujas.

Lo peor son las palabras escritas
que alimentan de poesía
este puto blog,
cuando no estás conmigo
cada vez que me muero de hambre.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Fantasía gringa

Imagina que el secreto de las días
es un baile de máscaras
intercambiables
que juegan al despiste
con disfraces
de siete colores
que se colorean al gusto
de las estaciones.

Imagina sus manos al volante
de tu cintura,
y cómo cada uno de los poros
se abren como girasoles
de la amerindia Kansas,
dónde atravesar la ciudad de los vientos
es posible en un poema
que destruye la certidumbre del tedio
cuando al hablar teje
los versos más bellos y sinceros
que conozco,
para entonces
surcar del Este al Sur las Grandes Llanuras
por la cuenca del Arkansas
sin más intención
que desgastar amaneceres nuevos,
ni más maleta que tus labios
de todoterreno vintage.

De esta tierra fértil
desembocar en las Altas Cumbres.
Con canciones de segunda mano
prohibir la entrada
a la mediocridad y la tristeza.
Cómo autoestopistas viajar
a dedo hasta Oklahoma,
y con el sombrero de fieltro
destemplar las cuerdas del ukelele
a base de roncito
y bien.
Amortiguar la tormenta de raíles
con las balizas del corazón
y el silenciador desactivado.
Entre rastrojos arder,
de las costillas prenderse un arpón,
como cheroqui jurar:
que sin ti yo morir,
que por ti yo matar,

Enloquecer de feliz
en la 35 interestatal,
reventar la cunetas de la memoria
y dejar huella de nuestra silueta
en las lunas del viejo Oeste,
como aves rapaces
devorándose el instinto.

Mientras la noche
se incendia,
amarse en defensa propia,
aún con el cazador
apuntándonos las alas
a través del visor
del que busca el amor desde el infierno.

Ramilletes de altramuces en Texas
empapados del polvo del desierto,
deambular por los tejados
con las botas a la medida del vértigo,
prometiéndole al sol criollo
la historia más bonita
del condado.
Montar los caballos sureños
por los oníricos campos de algodón
y coleccionar todos sus relinches
para alimentar la memoria
de crines.
Sentir la emoción
de escapar contigo
al fin del mundo
una y otra vez,

Imagina que noches
de poesía y jazz,
y al mundo y mi madre
volviéndose locos buscándonos,
y tú y yo en Colorado
desafiando desfiladeros imposibles
con la mirada puesta
en el ombligo,
burlando a la generación
del desencanto
como románticos salvajes
dispuestos a descentrar los polos.
tallando a navaja el camino de fuego,
en un incendio de escorpiones
y lluvia de cascabeles.
Dónde la banda sonora del desierto
seas tú y una armónica de hojalata,
nada más,
perdidos y jodidamente a gusto,
coqueteando con el peligro
del Estado de Nuevo México,
repostando saliva y sudor
en cada estación de servicio
a precio de gasolina.

Imagínate gringo y poeta,
renunciando a los herederos
de tanta nada,
y con los bolsillos repletos de tiempo
donde Ser
signifique no ser mas que no mismo,
y pueda hacerte
… poesías,
todo el día,
y toda la noche,
con la certeza de saberte
la bala que acabó con el miedo
del monstruo del destino.

Abrirse en todas las curvas
de la madre de todas las carreteras
con la que comparo
la Vida,
y con lo que quiero decirte
que no entiendo
el futuro ni el presente sin tí,
lo que me hace pensar
que si pudiera
invertiría en la maquina del tiempo
para volver a buscarte,
dónde a falta de amor
hubo no más que güisqui,
libros y música tirada en el sofá,

Imagínate entonces,
cuando Los Ángeles
buscaban su infierno
sobre dos ruedas,
dónde
ni una sóla voz
si no es la tuya
me sostiene,
donde tumbarse en los campos de amapolas,
sea vivir.

Imagina que nos queda
crecer con todo el horizonte
por delante,
ofreciendo
lirismo y kitsch
a un mundo devastado
de prosa
en medio de la nada,
que se resigna al silencio
como si nunca se hubiera
celebrado su combate.

Todo esto
que empieza,
imagina,
desde Madriz,
con Charlie Parker improvisando,
desquiciando de pasión
los corazones
del mundo,
la ventana abierta
y la estufa apagada

Y yo estoy
“más caliente que el asfalto de Georgia”

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Corto Halloween 2010


paranoia y estupidez de un guión improvisado una tarde en Colours,
realización y producción de una misma

(No es poesía todo lo que reluce)

Por complacerte

 Mantente unido a tu familia en sus cadenas serás libre
Por complacerte duermo,
hoy, víspera de festivo.
me he puesto el pijama
más viejo que he encontrado
y contrasta con el maquillaje corrido
de haberme restregado los ojos,

Mis pretensiones de esta tarde
aspiraban a un look a lo Betty Page,
aunque ahora parezca más bien
el león de la vieja Golden Mayer
después de un síncope vasovagal.
Lo admito, me arreglé
para ver cuando podía aguantar,
y entonces,
me he colapsado

yo sólo quería complacerte.

Es una noche ojerosa y triste,
y estoy lejos de dónde me gustaría,
porque me gustaría estar en los bares
besando a mi novio,
escuchando poesía,
bebiendo en las calles
y rompiéndome las medias,
y sin embargo esta noche
hemos calentado las acelgas
para hablar del 20-N,
y por complacerte
he limpiado mi opinión con amoniaco
y te he pedido,
por favor,
que me dejases sóla,
para recoger las migas del mantel
y de paso mis ganas de salir,
que por complacerte
se han lesionado todas.

Y por eso
y por complacerte no me he enfadado,
ni te he puesto mala cara
cuando has vuelto a hablar de la reforma
de tu casa de muñecas
“de veintiún millones de pesetas SeDicePronto”
dónde sobrarán habitaciones
y dónde me tocará compartir la misma con mi hermana,
que por complacerte,
llenarás de Barbies, nenucos y peluches,
para volver a tratarme
como si tuviera 7 años
y el pelo cortito y negro como el carbón,
y yo fuese no más que esa muñequita
que puedes llevar en brazos
sin que diga nada que no sean tequieros,
abuela, miedo, pis, papá, Patricia,
toda esas cosas que te complacen.

No creceré
por complacerte,
y te haré sentir Mamá bandera
toda la vida,
mamaré de tu pecho cuando tenga hambre,
lloraré en la noche cuando sienta miedo..

pero antes,
y siempre por complacerte,
tú te abrirás el vientre
y durante nueve meses más
dependeré plenamente de ti,
me protegerás, me harás Tú
y serás la mujer más feliz del mundo
a la que acaban de decir
que su bebé será una niña,
que deseará complacerla lo que más en esta vida,
y confiará su santa voluntad
en tus manos de aspirina.

Porque por complacerte, madre,
a mi biografía le falta,
que la hija de Socorro
se cargue a Cristina
que se ve,
a menudo
no son compatibles