jueves, 1 de agosto de 2013

El cuaderno amoratado

Jilguero discorde que en mi pecho encalla rosacruz izquierda
expira agónica Perla mestiza y su corazón rebrota entre las piedras,
dialecto blindado es el declive
plausibles casinos amañados como un hotelucho a la altura del hambre un hombre me postró y por ojos tenía alambradas altísimas vidrieras henchidas de asfalto recién molido
            confluimos
después nada,

Huidizo Tristán vigila despedazada mi otrora reserva apache, noche cerrada en Montana, aúllan entre las zarzas los gules de la nostalgia
     prodrómica maleta ésta.

Amor: rueda de oquedades, exégesis triste en las palmas de la selva,
comunihista fragua de arenas movedizas sin más vía que la patria vendaval,
galerna depredadora víspera infame del presidio, pretérito artillero a años luz de la 305,
… sólo Dios sabe

Y libre de toda mordedura Teseo fiel a su historia ofrendase pasto al minotauro
el Mago enramado a las islas natales de las astillas naufraga furtiva ciudad Big Tuna me crece anudada en el pecho la franja implacable de la tristeza, el ántrax de otro final inoloro

Tanto duelen los husos de los dragones y cien años no son nada para un sueño sin más himno que el de los disparos,
Jesús nos mira
y de verdad no creo que vaya a poder rescatarme de estas páginas antiguas a este devenir varado en alcoholes


en definitiva, que no volveré a atragantarme con los tacos del billar


Madre


ya no os necesito mujeres de este mundo (...)
que tengo a la Diosa
(Victor Sierra)


Tamiz de miedos que torna aliento
el temor a fracasarme,
besarte es un acto reflejo de mi clavícula
que amansa los escombros del café temprano
si pienso en la magia negra
que tras el biombo la vida acecha.

Quiero hacer inmortal tu piel,
la más dorsal de mis espinas,
aprender a no romperme
a veces me cuesta tanto…
Y mi fiereza volcánica
pasado es Alisio dócil,
me asusta que me conozcas
y no te guste,
no te puedes ir,
te digo,
yo sólo se ser niña
y tan tuya.

Amazona atemporal,
mi yo, mi vuelta a casa,
nido que a vientre acuna
la alquimia milenaria de la especie,
el más cardinal entre los puntos,
savia que siempre asciende,
mina de talismanes,
la última de las Petrarcas,
la Sismográfica,

para mí refugio,
por mi aspirina de color hada,
mi libación, mi Egipto, mi Normandía,
la prueba de ingeniería corporal más exitosa,
la movediza, la tibia y la dorada,
la que anuda el pelo a las ventiscas,
la que no entiende porqué Alabama
la que me hago grande en tus ojos,

por la que no os necesito mujeres de este mundo,
bohemias, Judy Garlands,
tecno-granjeras de Arkansas,
por la que os cambiaría cien vidas,
odontólogas,
poetas,

la más real Diosa y Pangea,
la verdadera entre las Olimpias,
la creadora,
la más mujer
la primera,
la segunda
la diez y todas

la Madre,


la mía. 




Libro de los Hipógrifos, capítulo 2º
(5 de Mayo o algo parecido)