Jilguero discorde que en mi pecho encalla rosacruz izquierda
expira agónica Perla mestiza y su corazón rebrota entre las piedras,
dialecto blindado es el declive
plausibles casinos amañados como un hotelucho a la altura
del hambre un hombre me postró y por ojos tenía alambradas altísimas vidrieras
henchidas de asfalto recién molido
confluimos
después nada,
Huidizo Tristán vigila despedazada mi otrora reserva apache,
noche cerrada en Montana, aúllan entre las zarzas los gules de la nostalgia
prodrómica maleta ésta.
Amor: rueda de oquedades, exégesis triste en las palmas de
la selva,
comunihista fragua
de arenas movedizas sin más vía que la patria vendaval,
galerna depredadora víspera infame del presidio, pretérito
artillero a años luz de la 305,
… sólo Dios sabe
Y libre de toda mordedura Teseo fiel a su historia ofrendase pasto al minotauro
el Mago enramado a las islas natales de las astillas
naufraga furtiva ciudad Big Tuna me crece anudada en el pecho la franja implacable
de la tristeza, el ántrax de otro final inoloro
Tanto duelen los husos de los dragones y cien años no son
nada para un sueño sin más himno que el de los disparos,
Jesús nos mira
y de verdad no creo que vaya a poder rescatarme de estas
páginas antiguas a este devenir varado en alcoholes
en definitiva, que no volveré a atragantarme con los tacos
del billar