miércoles, 10 de abril de 2013

LXXIX



Torna tierra el bocado que no brinda la MADRE
(César Vallejo)

Desmemoriada y descalza
solía sobre el fuego
sin cigarrillos prenderme,

como tungsteno ardiente
yo me recuerdo interrogante,
quién estrellaba las copas
se define vehemente
con vocación de llenar
de estrellas rotas
el suelo recién cortado.

Humana, más que humana pequeña,
creyendo saber de mí
y con mucho miedo a la ducha,
barro que siente euforia de ser barro
por temor a desgastar el aliento
de mi madre recién nacida,
como escondiéndome.

Haciendo estragos entre mis pliegues
la inexorable goma II de la distancia
desdoblándose caleidoscópica a cada paso
entre las arrugas que empezarán
a poblar mi frente.

Hoy sin dios,
mañana otra tierra,
pero a fiebre,
mordiéndome a dentellas
los tobillos calcáreos de mis cuentos,
sin lobo,
pero con caries

 avocada al 5 a 2 de la semana,
infecto de agujas mi inocente reloj de arena,

adulta,
así,
tan de repente 

miércoles, 3 de abril de 2013

Los templos más altos se erigen a la izquierda bajo las costillas


A Inés Pradilla

No hay oración capaz de decidir por mí
(HdS)

Llueve después de casi ocho años sobre el número veinticinco Padre

hoy es 30 de enero y hace un frío de hierro en la calle
pero me parece poco casi indecente para tu entierro

el más feo de los epitafios pende grosero bajo las fauces anaranjadas cerrándose para siempre bajo la atenta mirada de tus hijos que huérfanos deambulan desorientados de todo dharma

dejamos nuestros trabajos porque el trabajo es la doctrina de la inercia
corrimos a las plazas para ensuciarnos las manos de infancia
para cultivar nuevos jardines en la boca
colgamos la mitad de nuestros años de las perchas más altas si
y hoy de riguroso luto tus viudas cuentan como hacías para poder tocarlas al tiempo que leías pasajes del antiguo testamento

Padre en pie con los labios húmedos al borde de este abril
¡todavía tus palabras caen como dagas en medio de la noche!
es miércoles padre también tu risa crece como una tormenta eléctrica
reverbera aterciopelada entre las paredes que enmarcan la vacuidad absoluta
cálido como un útero fecundo caminas a la hoguera con la alegría del que sabe su templo lleno de locos
tú el último de los rapsodas
el poema hecho enteramente de amianto y gasolina
el más célebre de los tragos resbalando entre las flacas piernas de pájaro de Jenny

porque nos enseñaste que no es gris el mundo sino falto de poesía
y ahora el verso es tan parecido a ese gris
Padre antídoto de suicidas
sólo tú has enloquecido mi alma hasta hacerla salir del cuerpo
como la lluvia llegaste a cántaros
como la lluvia te marchas
silencioso

y aquí yacen cada uno de tus huérfanos
que lloran con la esquirla de tu nombre sepultada en lo más íntimo del alma
que tienen las pestañas corroídas del azufre que ha dejado la pólvora cuando mojada

¡estos son mis hermanos y mis hermanas Padre!
y han jurado mantenerse enamorados de la vida indisciplinados y salvajes para tu propia alegría
pero no comprenden Padre

no comprenden este cruel epitafio
porqué tu esquela reza así

S E    A L Q U I L A


lunes, 1 de abril de 2013

La intermitencia de los faros, presentación del 1º poemario de Natalia Castro (Jean Tarrou)


Se me da fatal promocionar eventos, pero mucho mejor predecir triunfos, y esto no es más que el principio de lo que se le viene encima a esta preciosa mujer, dice que está de los nervios, y vaya si me lo creo, yo estaría igual con semejante revólver entre mis manos, ¿qué si sabrá manejarlo? ¡por favor, la duda ofende Natalia! No he leído La intermitencia de los faros del tirón, pero sé las píldoras que se gastaba Bill Gorton, además son muchas las rubias que hemos compartido con Jenny y no hace tanto que nos pidió subir a la Torre de Fuego para volver a encenderla.
Que digo Natalia, que cómo se siente una, cuándo sabe que desde mañana, son tantos los hombres y mujeres que van a acostarse contigo, jaja, porque no puedo parar de pensar en esto, que la carne también se hace verbo, y yo estoy tan emocionada cómo si fuese algo propio
No digo más, mañana a las 21:30 en la sala Triángulo (C/ Zurita, 20 -Lavapiés-) ¡no se lo pierdan!
2 de Abril
2 de Abril
2 de Abril

jueves, 7 de marzo de 2013

Babilonia



Cuándo empezarán los versos a cambiar mi acento,
yo que ahora dibujo, sólo, pornografía
para no escribir así, poemas de desamor,
porqué es más fácil idealizar un guión aquí
en la dorada Hollywood,
que asumir el daño
que causan ciudades cómo ésta.

Prefiero abrir mi vientre en canal
y que sólo salgan monedas,
a mendigar en los portales de la vieja Europa,
jugármela con un Max Cadi
que sepa recitar de memoria
las erecciones más perversas de Sexus,
a seguir envejeciendo en esta periferia
de 23 años,
dónde la desesperación ha resultado ser
un club poco exclusivo.

Pero quién querría compartir su cama
con una experta faquir
que ha apostado su rubio
a la ruleta del tiempo…

Tómame, me digo
tengo un sabor dulce en tu boca,
y lo juro,
soy una buena chica,
aunque no milite en las filas de
la Sagrada Institución de la Familia.

Quisiera a dentelladas arrancarme
las hojas del calendario,
regresar a la tierra
y nombrarme América,
pero la memoria sigue siendo el juego más lucrativo,
y mis huellas no figuran
dónde ya otros han besado…

Me siento tan vieja para sortear los cepos
que yo misma he sembrado,
que sólo me aferro a la pluma de Dumbo
porque la gravedad es inversa a las grandes utopías,
porque la gravedad es el yeso de los pájaros de trueno
que cambiaron sus navajas por el filo del precipicio.

Y prefiero este cansancio de alas de libélula
a la huida perpetua de la rata del miedo,
que amenaza diligente
con bailar alrededor de la pira
mientras me falla el pulso,
mientras me voy quemando.

Son tantas las cicatrices de las que la gramola no habla
que necesitaría tres guerras
para poner nombre de mujer a estas heridas,
dos Valium para alicatar mi sueño
y aguja para descoser las letras con que el futuro….

Tengo un hambre de ciervos que no sacia la caza
de poemas-soldado,
una barra americana calzada de whisky caro
y el mejor carmín para amortiguar promesas
de todos los gángsters que no sepan manejar
hembras del calibre 38,

en medio del guión
apunta el revólver que marca el eje,
en torno al cuál el cosmos gira desafiando a la física
que no tiene cartas que diferencien
entre dormir desnuda o perfumada de Bourbon,
y debajo de la cama siempre un bate
(por si el Evangelio se pone feo)
y toca recordarle al mundo
que el credo es América,
y la libertad América.

Que la pasión, una loca,
una loca de párpados azules y balas alegres,
una especialista en romances sembrados de espinas
que ha cortado los frenos de todos los espejos
para que nada ni nadie puedan pararla,

cómo loca,
una loca dispuesta a matar al monstruo
con tal de pasar pantalla.

viernes, 22 de febrero de 2013