lunes, 9 de enero de 2012

Sevillana de una autoestopista (poesía arraigada)

La luna vierte de luces claras
mis vocaciones de autoestopista,
dónde en las curvas de mis deseos
flotan los sueños de perdiciones,
y los poetas de las canciones
tejen con soles,
mi oscuro nombre de Cenicienta
en los desvíos de callejones,

Mi condición de pobre lumbre
que apenas luce
en las altas cumbres
de las raíces de tu horizonte.
el desarraigo que me propina
el viejo nombre
de la madrina de mi muchacha,
que friega y limpia
en la dulce espera
donde la aguarda tu primavera
de gentil nombre
que me acelera las endorfinas
cuando te arrancas la camiseta
por bulerías.

Mi savia seca,
mi luna enferma
cuando en las noches sin tu tormenta
la lluvia arrastra a la tierra yerma
semilla inútil que el viento esparce
de Cenicienta las hojas muertas.

Mis palmas rotas,
si al alba brotan
de mis jardines las mariposas
de la derrota de las mañanas
sin tus gaviotas
de dulce almizcle
las duras rocas.

Peinan de nubes sábanas limpias,
forman lunares a nuestra espalda
ríos de sangre que me alimentan
los siente días de la semana
de Cenicienta

Sacude el viento mi cabellera
por la ventana del mismo infierno,
dónde las hadas rugen al tiempo
que les conceda zapatos nuevos
y de cristal
para el mañana.

Baila con trapos,
vuela sin balas,
recita en llamas y de seguido:
Poeta eterno,
tú que te ríes de mi quejio
por sevillanas,
tú que te salvas
por las corralas de lo mundano
¡Píntame alas!
poeta, de cielo abierto,
súbeme al cuento
de tu ventana,
deja que ladre la primavera
por las mañanas,
córtame el tallo
¡píntame alas!
vuelve carroza
mi triste carro de calabazas,
y a mis ratones
que lo dirijan con crines blancas,
que me desnuden
tus manos suaves
de pandereta mi piel de yegua,
me desarraiguen de las entrañas
de lo profundo de vuestra españa.

Que me devuelvan a la rotonda
de la belleza de graves zarzas,
y en el desvío de callejones
bailes conmigo todas las danzas.

y la belleza se haga un vestío’
con las palabras
de los suspiros de mi garganta,
que el firmamento cobre sentido
bajo las faldas de tu universo
de noches blancas.

Eterno poeta
de las galaxias venido
desde los años ochenta,
muy por encima de las españas,
donde las niñas que te desean
llevan el nombre de Cenicienta
y la luna vierte de luces claras
la vocaciones de autoestopista
de mis mañanas.

1 comentario:

  1. Jajaja ritmazo! Me lo he imaginado mazo, con melodía gitana!

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gules