viernes, 4 de junio de 2010

javi ha salido a buscar al Paris

un día dijimos que nunca íbamos a olvidarnos,
que íbamos a ser como esos amigos que se han criado a la par que nosotros,
de los que además de sus miedos y sus sueños, conocen el cumpleaños de sus madres, la sonrisa de sus abuelas....
aunque nuestra historia era bien diferente y no nos conocimos en ninguna guardería, ni en ningún colegio, sino en una página de góticos, ya ves... yo gótica? desde cuando! en fin, adoro esa página, Enea lo sabe
un día nos lo creímos, y yo fui la mujer más féliz que podais imaginar, los dos llevabamos un mala racha en el mundo, terribles experiencias en el amor y soledad como compañera de piso, una soledad que llenamos de risas y de confianza,
se puede decir que nuestra primera cita fue a ciegas, conocíamos nuestra voz y nos habíamos visto en algunas fotos, pero como tú decias ¿quien dice que no me vayas a matar? ... XD
en conclusión: tenía un amigo y lo que me apetecía era cuidarle y quererle como me pasa con Rian, con Cata, con Vicky, con Meene... y ahora con este puñado de malasañeros que he ido conociendo en el último año,
saberle cercano, hacerle feliz mil veces al día con comentarios banales, con contradicción y poesía,
me lo creí,
un día dijimos que íbamos a vivir el momento y por eso nunca hablábamos de futuros, y tú te asustabas mucho cuando te decía que podíamos ir a la playa y liarnos los canutos de cara al mar, que podríamos ir a todos esos conciertos de Sínkope o al Dark Hole a hacer el gilipollas,
en fin, a seguir viviéndonos más allá de ese Madrid que tu decías "tan mío", ese Madrid de mirlos desorientados y mucha Malasaña detrás de cada esquina,
de esta habitación tan desolada desde que hace meses no reconoce tus boxers negros desgarrados en el suelo de mi cuarto,
porque atrás queda la barahúnda de horas muertas abrazadas a las últimas bocanadas del domingo, que se manifestaba en decadencia a las puertas de la dársena 25 de la estación de Príncipe Pio,
y atrás hemos dejado la hierba del Paris que antes esparcias por las baldosas de mi cocina de izquierdas y que me empeñaba en recoger antes de que mis padres empezaran añorar el mayo del 68,
y también nos faltan las caricias y las ostias de ese par de soñadores que habían decidido que el cielo y el infierno cabían en una cama más bien pequeña,
de ese par de cobardes que querían quererse y no sabían como porque les daba pánico hacerlo y que les saliera algo bien en toda su puta vida, así que preferían follar hasta reventarse en un antro de mala muerte antes que hacer el amor, y tener motivos para creer en las causas perdidas
ya no hay vino derramado en el metro de Madrid, ni suenan seguidas deltoya, amor castúo, necesito drogas y amor, so payaso y la vereda de la puerta de atrás en el portatil del Bukowski, ni estás tú detrás de la barra con los manguitos que te regalé el día que nos conocimos poniendo(te)nos copas con Inés y Gerar,
cuando yo te miraba y pensaba joder que bueno que está, y me colocaba el escote para que me mirases y te pusieras un poco tonto, y pensaba este tío es genial y aunque le joda le quiero un huevo,
ni he olvidado las canciones de def con dos en el rey lagarto, petao hasta arriba de heavyatas, ni la leche de brontosaurio del diplo que nos ponía Chuck Norris, con su árbol de navidad en pleno mes de mayo,
atras quedan los días de gastarse tol dinero del mes en un fin de semana, cuando daba igual la caída del casi lunes si el día anterior habíamos apostado el vértigo entre las piernas que entonces habían dejado de extrañarse y se atrevían con toda una sarta de imposibles con tal de agotarse, con tal de cerrar los ojos bien fuerte y no despertar del preciso momento que nos hacía inmortales para una o dos semanas...
yo lo recuerdo
como la manera de llegar o no llegar a casa, como la avidez de tus labios cansados y complacientes, sinceros y maravillosos, borrachos y felices
y luego ese concierto de punkis y mojito a granel a las orillas del Tajo ¿por qué nos manifestábamos? bua ni lo sé, pero me acuerdo de las canciones de Iratxo y de Gritando en Silencio que entonces nos volvían locos, del kiki en el parking a la luz de los faros de cualquier coche de segunda mano, o yo que sé, pero me quedé flipada en tu cuarto, que filtraba la luna a través de las vidrieras de colores, que sabía a incienso suave y a heridas curadas
podría seguir escribiendo esta triste vomitona de recuerdos pasados, que como ves echo de menos,
o podría olvidar y tranquilizarme, sentirme un poco más vacía también, pero marco tu número, contesta tu madre:
Javi ha salido a buscar al Paris

¿dónde te has quedado? .::Gritando en Silencio::.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

gules