martes, 14 de julio de 2009

Una historia como tantas



- ¿Eres tu? –Dijo ella
- Si, he vuelto.
- ¿ Y porque has dejado que pase tanto tiempo?
- Creí que habías muerto, solo vine a ver el lugar y a recordar mis silencios contigo –susurro él con la voz entrecortada.
- No deberías estar aquí, para mi eres una pesadilla, ya no existes en mi. He estado 40 años intentando olvidar el mar de tu iris, de esos ojos tristes.
- Mírame a los ojos y pídemelo, pide que me vaya, pide que me convierta en viento como hasta ahora.- dijo el, con lagrimas en sus ojos.
- No me obligues a hacerlo, desaparece y vete.
- No es lo que deseas, solo quieres abrazarme y besarme, solo quieres que te quiera y lo sé.
- Por favor, no sigas! Se que no existes, que eres una ilusión creada, que ahora me despertare y seré vieja como lo era antes de verte, que continuare dejándome la espalda trabajando, que tu serás…
- No, siento decírtelo el destino lo ha hecho y esta vez nada nos volverá a separar.



Sus pieles volvieron a ser las de antes, ellos habían sido separados por un destino traidor y unas gentes que lo deseaban, que envidiaban y odiaban, que hicieron que él huyera lejos olvidándose de la sombra de ella, ese día cogió sus cosas y se fue lejos, muy lejos. Pero hoy era diferente volvían a ser los de entonces, volvían a sentir lo mismo y parecía que el tiempo no había pasado, no era un sueño embotellado y lanzado al mar, así que se abrazaron… se abrazaron y se murieron, durmieron para siempre en su mar, en aquella playa donde se escondían y compartían pasiones, arrancados de su vida y sus almas, descansaron en aquel fondo para amarse… hechos piedra y amándose para siempre.

1 comentario:

  1. al final decidí que quería leer esto ahora,
    cuando después ya no queda nada para precouparse,
    cuando la noche impone su reinado,
    cuando lo único que quiero pensar es esto,
    cuando sólo se dibujar sonrisas con las comisuaras de los labios...
    y puedo estremecerme con las letras porque entonces todo lo llenas,
    me encanta lo que dices,
    pero sobretodo como lo dices,
    ya sabes, esa manera de ver la vida,
    y si me permites,
    acepto esta invitación a volar,
    me quito el sombrero y lo pisoteo (porque ya no me va a hacer falta)

    ResponderEliminar

gules