domingo, 20 de enero de 2013

La estrella solitaria


El espejo me devuelve el revés
todavía en pijama y con los ojos rojos,

me miro,
y no encuentro a la chica Russ Meyer
que se pasea vestida de militar
con una botella de cava en la mano
y la videocámara en la otra
seduciendo a un excombatiente
del Vietnam,
en lo que entendemos, no es
una película de Woody Allen,

me tumbo en la cama, todavía sin hacer,
y busco a las mujeres de Clint Eastwood,
suplicando a Harry el Sucio
que por favor no encañone su Magnum
contra mi garganta
hasta hacerme vomitar mi alma pura y sin pecado.

Arrastro mis párpados
por las fotografías
en las que la lluvia de Oklahoma
amenaza con borrar todos los recuerdos
de esta casa,
y salgo a columpiarme en la rueda
que pende de la soga del ahorcado,
para despedirme
de cada una de ellas con un pistoletazo
en el aire que haga temblar de miedo
a las mismísimas Rocosas,

y esperando un nuevo eclipse solar
para pedirle al puma que esta vez
me devore a mí también,
sirvo un lingotazo triple de Gusano Rojo
y 2 tecates de acompañamiento,

Polifemo aparca su ranchera a las puertas
de mi casa prefabricada,
yo he soñado esta noche
que se me caían tres dientes
y no quiero contárselo a nadie,

me entrega el correo,
parece un genuflexo Juan Diego entrado en kilos,
sin embargo tiene los ojos hermosos,
color siena, cómo estas tierras
y punteados de cruces amarillas,
después vuelve a subirse al volante
y arranca el “Expreso Tristeza”
rumbo al Sur.

Re-repaso estas líneas,
pero no hay pistas de Elsa Martinelli,

enciendo la radio,

“Rachas de chinook en Colorado de 197 km/h…”
“… 50 grados bajo cero Snake River (Wyoming)”

yo me moriría con tanto frío

“Kansas está cubierta de nieve”

Aquí han desaparecido los pájaros por todas partes,
los relámpagos llegaron con sus patas de araña
y desgarraron los postes de telégrafos

quedaba poco tiempo entonces
para celebrar la festividad
de “la Santa Niña de las Putas”
patrona de los prisioneros de Lucifer,
con la segunda luna llena de el último
día de febrero de ese año bisiesto.

estaba,
pero no EstábamoS,

todas las noches comprobaba
cada cerradura de mis puertas,

ni rastro de Jennifer Jones,

Empuñaba una Ruger Blackhawk del calibre 44
cubierta únicamente por una cornamenta de búfalo
de imitación,

es verdad,
mi casa ya no olía a clorhexidina.

Alabama sollozaba en ninguna parte,
dentro de un útero metálico
que tan sólo albergaba los restos
de un Tombstone fantasmagórico

Venus se parecía cada día más
a un despiadado Saturno…

Fue entonces cuando la encontré,
entre lágrimas, pero sin dejar de sonreír,

(lo último que recuerdo
fue la mueca sonriente de un jaguar)

En el momento en que el negro cañón
se enterraba entre sus muslos

Ava Gardner gritaba

-         América es una mierda

No hay comentarios:

Publicar un comentario

gules