domingo, 24 de enero de 2010

Retrovisor


Yo tenía quince,
y le abrazaba como una loca.
No pensaba en la posibilidad del fracaso,
ni en la existencia de imposibles,
tampoco en esas diferencias insalvables,
ni en el otoño,
ni en la niebla de la incertidumbre,
a mí no me pasaba nada de eso,
era niña
y estrenaba inocencia cada día.
Entonces le conocí,
¡joder me gustaba a rabiar!,
si de algo estaba segura
era de que me faltaría vida
para quererlo,
por eso estaba dispuesta
a ofrecer mi adolescencia
al calendario de su boca
de cuento de hadas,
mi juventud era suya,
y ansiaba que me la arrancase
a bocados hasta la extenuación
que sediento bebiese de mis piernas
si luego iba a ladrarme
promesas de altitud kilométrica
por encima de la tierra,
me sentía bendecida
con la suerte de sus sueños,
atragantarme de él
era el principio de mis deseos
de más y mejor.
Cuantas noches
que se quedaron minúsculas
alrededor de su ombligo
con mi oído
pegado a su pecho
descifrando el beat de su corazón
que entonces
se empeñaba en repetir:
Cristina,
¿qué quieres que te cante esta noche?
A mí me vale con menos,
- Deja que tu abdomen
sea el lienzo de mis labios,
vamos a escribir de lunas,
cráteres y magma templado-.
- Ay tontita, abre las piernas anda -
.
.
.
Cuéntale a mamá
que además de zorra,
me has puesto un altar
en la cabecera de su cama,
que todas las mañanas
te levantas con mi vaquero roto
haciéndote muecas
de absoluto desprecio,
dime que tú no te mueres de ganas
por ser más feliz que todos esos,
que ayer, que mañana,
y a mí,
a mí déjame de rubias,
y hazte olvido.

Yo tenía deiciseis
y algo de miedo,
por eso me vestí
de melancolía y medianoche,
empecé a oír todo en directo
y a vestirme de metal, cuero
y todas esas movidas,
la más heavy del instituto,
republicana
y con bastante mala ostia,
empecé a follar por rabia
con todos los tíos que le copiaban
al Robe y al Evaristo
ideologia y versos
pa´ ligar
pff al principio era la ostia
ahora la felicidad se medía en polvos
litros de kalimotxo y deltoya,
joder, viviamos en un puto concierto
de Extremo que o terminaba
o acababa con nosotros,
y normalmente era más
de lo segundo,
tú y yo en un parking
echando un kiki
y parando para vomitar,
con las botas embarrás´ de desconsuelo
y clavándonos las uñas
pa´ cubrir el vacío de caricias
y la incertidumbre
de un mañana
en el que nos sabíamos
jodidamente solos y desiertos,
y era horrible
porque fuera del rock
no teníamos sitio,
y nos hacíamos cicatrices
que luego nos recordaban
lo poco que nos importaba
que hoy llevases rastas
o rapada la cabeza,
si nuestro amor
se estrellaba con nosotros
en los parabrisas
de los patrol de los de verde,
y hacía oídos sordos
a nuestra llamada de auxilio.

“Old at heart,
but I´m only seventeen..”
y más experiencia
que la mayoría de mis amigas,
la palabra era:
de sen can to,
los días de alcohol y desenfreno
habían consumido
las ganas de arriesgar,
y lo que no supe parar
acabó cayendo por su propio peso,
para algunos resignación,
para otros madurez.
cuando estaba segura
de que yo ya no valía
para disfrutar de nada,
llego ella
y una panda de
locos soñadores
que en vez de cuchillos
empuñaban plumas
que aullaban
más alto que la derrota
reivindicando las alas
que el miedo
les robó una noche,
de la noche a la mañana
iluminaron la vida
de rimas de colores
hogueras cálidas
y sobretodo esperanzas,
y me aferré
a sus sombreros
que en su aleteo
aturdían los sentidos
con optimismo
y tercios de cerveza,
… joder, era preciosa,
¡cómo no iba a enamorarme de ella!:
POESÍA

Fd:los veinte

1 comentario:

  1. Creo que enamorarse es la capacidad de encontrar poesía en cada pequeña cosa que hace.
    Besos princesa!

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