jueves, 13 de octubre de 2011

armas de construcción masiva

Yo que tengo un guión de Óscar
para contigo,
no soporto el aliento a palomitas
de las butacas del cine,
y me irritan las manías
del espectador
que se empeña en desmontar el tiempo
de cara a la gran pantalla.
Considérenme egocéntrica,
pero no acepto papeles,
dónde no sea protagonista
con revólver, Cadillac
y al Guapo, por supuesto, de mi parte.

Yo que he rechazado la pérdida del mundo,
no aguanto los seriales
si no vienen de Lynch,
ni eso de poner la vida en la sala de espera.
Podéis llamarme impaciente,
pero no entiendo
esa manía de macerar las horas perras
y beberse el vino añejo,
prefiero la cerveza en latas
que me venden en la calle,
y me declaro enemiga de la Virgen de la Soledad,
la de los Dolores, la de las Angustias,
que seguro, ni estaban solas, ni enfermas
ni eran tan vírgenes,
propongo pues, el culto a San Miguel, José Cuervo
y Jack Daniels.

Yo que he perdido los tabúes (y la ropa) con la morgue,
qué después de eternidades muerta,
me hecho un futuro
de arco iris del revés,
no admito más respeto con los muertos
que no se hayan querido como perros
previamente,
ni hayan arañado lunas
a veinte uñas.
Me podéis llamar sacrílega, profana,
acusadme de blasfema,
y de todo el polvo que levanta la carcoma
en nombre de Cristo,
el único grial que me arrodilla
es su entrepierna.

Yo que ya no admito imposibles carretera a través,
ni tensiones por debajo de 140,
que no quiero atardeceres a medias,
ni sexo sin salvaje ni huellas,
yo que aspiro al fin del mundo contigo
y no quiero más detonación que tu risa cada mañana,
y tus brazos cada abrazo,
y tus besos todos los días de la semana,
y tus botones abiertos…
¿Cómo voy a creerme a aquellos
que se jactan de los sueños?
¿cómo, a tantos que se dicen poetas
y defienden la extinción de la poesía
haciendo de los versos, vitrinas
y de la frivolidad campaña?

Llámenme idealista, ingenua,
ciega, y hasta joven,
discutan mis contradicciones,
globalicen mis motivos
y sáquenme mil peros,
doscientos sin embargos
y la disección de este corazón
de nitroglicerina,
(que espero, les explote)

sigan con sus crisis,
sus patrias,
sus idiomas,
sus banderas,
sus Nerudas y sus Millers,
sus guerras y sus paces,
hagan lo que les de la gana
o no hagan nada,

y a mí luego, no me cuenten historias
que ya no sepa,
ni victorias sin méritos,
ni vengan a verme con la sonrisa a medias,
y me digan con esa mierda de corazón de entretiempo:
“Disfruta mientras dure”

No, yo ya no,
podéis llamarme inocente,
gilipollas, extremista,
obsesiva-compulsiva
y hasta enamorada,
porque yo ya no vivo:
yo ardo,

pero no olvidéis
que tengo ventidos años,
un guión de cine
con final irreversiblemente
feliz
un Cadi, un revolver,
y un guapo conmigo
que se llama Montoya
por quien estoy peligrosamente
colgada,

y no dudaré en usarlo.

4 comentarios:

  1. Montoya es Goma2 y yo también idolatro a Jack Daniels.

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  2. Me gusta todo, pero en especial esto:

    el único grial que me arrodilla
    es su entrepierna.

    ;-)

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  3. "Porque yo ya no vivo,
    yo ardo..."

    OLÉ.

    Besitos y a ver si nos vemos pronto.

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gules